Un gran jurado federal en Estados Unidos acusó a Ramón Pequeño García y Luis Cárdenas Palomino, dos exfuncionarios cercanos al exsecretario de Seguridad Pública de México, Genaro García Luna, de colaborar con organizaciones del narcotráfico.
El jurado indicó que los exfuncionarios de seguridad presuntamente colaboraron con los cárteles de la droga y recibieron sobornos, según la organización ProPublica y reporteros del New York Times.
Ramón Pequeño García fue titular de la División de Seguridad Regional de la Policía Federal (PF) de 2008 a 2009. Entre 2009 y 2013 encabezó la División Antidrogas de la Policía Federal, cuya misión era combatir a los cárteles, entre ellos a Los Zetas.
Luis Cárdenas Palomino fue titular de la División de Seguridad Regional de la Policía Federal entre 2010 y 2012.
Pequeño supervisaba las unidades antinarcóticos que, posteriormente, examinaba la Administración de Control de Drogas (DEA, por sus siglas en inglés) que se enfocaban, principalmente, en Los Zetas.
Esta supervisión hacia el cártel –y la búsqueda de Miguel Ángel y Omar Treviño, dos de los principales capos de Los Zetas– derivaron en la masacre de Allende, Coahuila, ocurrida en 2011.
Según ProPublica, un agente de la DEA persuadió a un importante miembro de Los Zetas para que le entregara los números de identificación rastreables de los celulares de los hermanos Treviño.
Sin embargo, no se ha acusado a ambos exfuncionarios por este hecho.
Genaro García Luna está acusado en Nueva York de tres cargos de asociación delictiva para el tráfico de cocaína y de falso testimonio.
Los fiscales alegan que el secretario de Seguridad Pública de 2006 a 2012 recibió enormes cantidades de dinero por parte del cártel de Sinaloa, de Joaquín ‘El Chapo‘ Guzmán. Esto, a cambio de permitir que el cártel traficara cocaína sin represalias.
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