Además de aportar vitaminas y minerales, los vegetales verdes adquieren su característico color gracias a un pigmento con múltiples nutrientes y propiedades para tu salud: la clorofila.
De acuerdo con la Universidad Estatal de Oregon, algunos alimentos con un alto contenido de clorofila son la espinaca, el perejil, los berros, los ejotes, los chícharos, la arúgula, el brócoli, los espárragos, la alfalfa y la col.
Otro alimento rico en clorofila es la hierba de trigo, ya que posee hasta un 70 por ciento de este pigmento. De acuerdo con un estudio realizado en 2005, la hierba de trigo reduce la cantidad de transfusiones necesarias en personas que padecen talasemia o anemia.
Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de los Estados Unidos, las personas con talasemia no producen la cantidad suficiente de hemoglobina, una proteína esencial para el funcionamiento de los glóbulos rojos. Esto impide que llegue el oxígeno a las demás células del cuerpo y provoca debilidad, cansancio o dificultades para respirar.
La clorofila tiene una estructura química similar a la hemoglobina, por lo que podría ser útil en los tratamientos contra la deficiencia de esta proteína.
Una investigación realizada por la Universidad Estatal de Oregon mostró que la clorofila disminuye la presencia de tumores cancerígenos en el hígado entre un 29 a un 63 por ciento. De igual manera, se redujeron los tumores en el estómago entre un 24 a un 45 por ciento.
