En total, los muertos son 13.915, entre ellos 69 médicos y 28 enfermeras
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Los números sobre la epidemia en Italia ofrecen el jueves más luces que sombras. En Italia han sido infectadas por el coronavirus 115.242 personas desde el inicio de la epidemia, el 21 de febrero; lo que supone un aumento de 4.668 más que ayer, según el boletín ofrecido por Protección Civil. En total, los muertos son 13.915, de ellos, 760 en las últimas 24 horas (+5,8 %), un dato ligeramente más alto que en la jornada del miércoles cuando fueron 727. Sigue siendo notable el incremento de curados: 18.278, con un aumento de 1.431 (+8,49 %) en un solo día.
Los pacientes ingresados en cuidados intensivos son 4.053, con un incremento de solo 18 pacientes más que en el día anterior.
El 61 % del total de las personas actualmente positivas (83.049) está en aislamiento domiciliario; son asintomáticos o tienen síntomas leves. Esto significa que en un día los positivos han aumentado 2.477 (+3.07 %), en porcentaje es el dato más bajo en un mes.
La lectura que se hace de los números citados es que muestran una sustancial estabilidad de la curva de la epidemia. El director de Protección Civil, Angelo Borrelli, ha precisado: «Al menos desde el 27 de marzo asistimos a una reducción de los incrementos por lo que se refiere a hospitalizados y cuidados intensivos. Son valores que continúan estabilizándose».
Un día más son favorables los datos de Lombardía, la región más afectada: Los nuevos contagios son 1.292, frente a 1.565 en el día anterior; siendo especialmente alentador el que solo hayan ingresado otros 9 pacientes en terapia intensiva.
Desgraciadamente, se eleva el número de los médicos víctimas del coronavirus: 69, a los que se debe añadir 28 enfermeras, mientras el número de los operadores sanitarios contagiados superan los 10.000, muchos de ellos en reanimación.
En una entrevista televisiva, al primer ministro Giuseppe Conte se le ha preguntado cuál ha sido el momento más difícil durante la emergencia: «Cuando se produjeron los primeros fallecimientos», dijo Conte emocionado, casi al borde de las lágrimas.
