viernes, marzo 29, 2024

Estudio señala fallas de OMS y gobiernos en manejo de pandemia; organización de la ONU contesta

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Un estudio señala errores cometidos, tanto por la Organización Mundial de la Salud (OMS), como por los gobiernos, durante la pandemia de Covid-19, entre los que se encuentra la falta de toma de decisión, comunicación, implementación de medidas, equidad global, financiación, combate de la desinformación.

El estudio publicado en The Lancet, fue elaborado por la Comisión establecida en julio de 2020, que cuenta con 28 expertos mundiales en políticas públicas, cooperación internacional, epidemiología y vacunología, economía y sistemas financieros, ciencias de la sostenibilidad y salud mental.

Estos concluyeron el número de muertes es un fracaso global masivo. Desde el inicio de la pandemia, casi 6.5 millones de personas han fallecido a causa del virus y 606 millones se han infectado.

De acuerdo con el documento, entre las fallas de la cooperación internacional incluyen la falta de notificación oportuna del brote inicial, la falta de coordinación entre países, así como un déficit de financiamiento global.

Asimismo, señalan que la OMS actuó con demasiada cautela y lentitud al advertir sobre la transmisibilidad humana del virus, declarar una emergencia de salud pública, apoyar los protocolos de viaje internacionales, respaldar la uso público de cubrebocas.

De acuerdo con los científicos, se reconoció tardíamente que el virus se transmitía por el aire, retrasando la implementación de medidas para frenar su propagación.

Además, apuntan que faltaron datos oportunos, precisos y sistemáticos sobre infecciones, muertes, variantes virales, respuestas del sistema de salud y consecuencias indirectas. El estudio subraya que aún se desconoce el origen del virus.

Igualmente, sostiene que los gobiernos fueron incapaces de examinar la evidencia y adoptar mejores prácticas para controlar la pandemia y gestionar los efectos económicos y sociales.

Tampoco se pudieron garantizar suministros globales y una distribución equitativa de productos básicos clave, como equipos de protección, diagnósticos, medicamentos, dispositivos médicos y vacunas.

Los investigadores subrayan que las políticas públicas no abordaron los efectos desiguales de la pandemia en grupos vulnerables, como la falta de acceso a servicios de salud, los cierres de escuelas, entre otros. Asimismo, el proceso de desarrollo sostenible se retrasó por varios años.

Reconocieron el rápido desarrollo de múltiples vacunas, pero advirtieron fallas en la gestión de la propiedad intelectual, la transferencia de tecnología, la financiación internacional, entre otros.

También afirma que hubo una aplicación deficiente de los niveles apropiados de regulaciones de bioseguridad en el período previo a la pandemia, lo que aumenta la posibilidad de un brote relacionado con el laboratorio.

Por último, asegura que hubo una falta de lucha contra la desinformación y faltaron redes de seguridad globales y nacionales para proteger a las poblaciones en situación de vulnerabilidad.

Ante esto, recomendaron a la OMS a intensificar la búsqueda del origen del SARS-CoV-2, ampliar el Consejo Científico para las prioridades de salud mundial, incluidas enfermedades infecciosas emergentes.

Además, instaron a los países a garantizar el acceso equitativos a vacunas, contar con medidas de salud, fortalecer sus sistemas nacionales de salud y expandir sus planes de preparación frente a pandemias. A los miembros de la Asamblea Mundial de la Salud (WHA) los exhortaron a tener una mayor cooperación ante futuras enfermedades y desastres mundiales.

Por último, afirmaron que la WHA, en conjunto con los países del G20, deberían adoptar una estrategia global de 10 años para impulsar la investigación, y se debe crear un nuevo Fondo Mundial para la Salud, alineado con la OMS.

Frente a esto, la OMS afirmó que hay varias “omisiones y malas interpretaciones”, especialmente“respecto a la emergencia de salud pública de interés internacional y la velocidad y el alcance de las acciones” de la organización de la ONU.

La organización compartió una línea del tiempo detallada sobre sus acciones y afirmó que compartió información al público conforme estuvo disponible. Detalló que siguen actualizando periódicamente su orientación y estrategia con base a nuevos conocimientos.

Sostuvo que advirtió repetidamente sobre el potencial de transmisión asintomática y presintomática, y emitió orientación y protocolos de vigilancia y acción.

No obstante, afirmó que muchas de las recomendaciones van en línea que con el organismo internacional.

Por un lado, concordó con la financiación insuficiente a las Naciones Unidas, los “regímenes rígidos de propiedad intelectual”, la falta de financiación sostenible para los países de ingresos bajos y medianos y el “nacionalismo excesivo“, que condujo a la inequidad de vacunación.

Por otro lado, respaldó que haya un acuerdo pandémico, el fortalecimiento del Reglamento Sanitario Internacional (RSI) y la mejora de la financiación.

Con información de: Aristegui noticias.

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