jueves, marzo 28, 2024

“Hubo un sismo, hay edificios caídos”, dijeron a EPN el 19-S en avión presidencial

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A bordo del avión presidencial y a punto de aterrizar en Oaxaca por una gira de trabajo, Enrique Peña Nieto fue informado del sismo que cimbró, como en 1985, la Ciudad de México y provocó el desplome de edificios el 19 de septiembre de 2017.

Esa tarde el avión descendía, pero no hacia la pista. Hizo círculos alrededor de ella porque se alistaba para regresar a la Ciudad de México por la emergencia, mientras la duda invadía a quienes viajaban en la aeronave.

“Cuando veo que nos estamos acercando a la pista empezamos a descender, pero ya no a bajar hacia la pista sino a hacer círculos alrededor de la pista, fueron como dos o tres vueltas, entonces en eso yo decía: ¿qué está pasando? ¿Por qué el avión va inclinado?”, recuerda Julio César Hernández, el fotógrafo oficial de Peña Nieto.

La puerta que comunica las dos partes del avión se abrió y el vocero presidencial, Eduardo Sánchez, informó lo sucedido: “señores, tenemos que regresar a la Ciudad de México, hubo un sismo y hay edificios caídos”.

La noticia impactó a quienes acompañaban al entonces presidente a la gira que realizaría en Oaxaca, para supervisar las acciones de ayuda a los afectados por el sismo ocurrido el 7 de septiembre, el cual dejó graves daños en esa entidad y en Chiapas.

“Mis compañeros venían un poco mal, los que volábamos. También iba la fuente presidencial, íbamos todos y entonces empezaron como con la desesperación de saber qué pasó, queremos noticias”, dijo Hernández en entrevista con Milenio Digital.

A los pocos minutos, Peña Nieto se acercó a los periodistas y en su celular les mostró videos e imágenes de edificios caídos por el sismo de magnitud 7.1 originado en los límites de Puebla y Morelos.

“Lo vi mal, como pocas veces lo veía. Nos enseñó los videos, les dio una breve entrevista (a los periodistas en el avión) y se regresó a su lugar”.

Su fotógrafo lo siguió hasta la zona en la que él viajaba y aunque al principio Eduardo Sánchez trató de impedirlo, entendió cuál era su trabajo y le permitió pasar para que estuviera con el entonces presidente.

“Voy a hacer unas fotos del presidente, porque ahorita seguramente está en reunión con Marina, con Defensa Nacional, son fotos históricas, son fotos donde el presidente viene en el avión, esas fotos al final son para la historia de México”, le dijo al vocero, quien le cuestionó por qué lo seguía.

Efectivamente, ese día el gabinete sesionó a bordo del avión presidencial para definir las acciones a implementar, antes de aterrizar en la Ciudad de México, ante la tragedia ocurrida a las 13:14 horas.

En el archivo de Julio César quedan esas imágenes de Peña Nieto con su gabinete en la sesión desde el aire, y otra en la que se le ve con el rostro desencajado y la mirada perdida mientras ve su celular.

“Me pasé y empecé a tomarle fotografías al presidente desencajado, de hecho le tomé una foto con una mirada perdida, llamando por teléfono arriba del avión presidencial, y luego tengo otras fotos que no se publicaron, yo las conservo, donde está con los secretarios en reunión allá en el avión presidencial”.

El avión presidencial no pudo aterrizar en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México porque estaba cerrado, entonces se dirigió a la base aérea de Santa Lucía. Una vez en tierra, Peña Nieto bajó del avión y abordó un helicóptero en el que supervisó, desde el aire, las zonas siniestradas.

En la Ciudad de México se registró el mayor número de víctimas por el sismo del 19 de septiembre de 2017, con 228 de un total de 369. Ese día al menos 38 inmuebles colapsaron, entre ellos el de Álvaro Obregón 286, el Multifamiliar Tlalpan y el de Chimalpopoca y Bolívar.

Las imágenes de ese día, así como las de las giras de Peña Nieto en Oaxaca tras el sismo del 7 de septiembre, quedaron plasmadas no solo en una fotografía, sino en la memoria de Julio César, quien incluso lloró al escuchar a una damnificada contar que había perdido a su hija y esposo cuando se desplomó su casa.

“Yo lloré cuando el presidente platicó con una señora que se le cayó su casa y aplastó a su hija y a su esposo, a mí se me partió el corazón. Lloré porque dije ‘¡qué feo!’, y volteaba para la derecha y casas derrumbadas, sí es algo que te impacta como fotógrafo”, reconoció.

Sin embargo, a pesar de estas escenas, no olvida cuál era su trabajo. “Tienes que ser duro y corretear a tu presidente y tomar lo que él está haciendo, este es mi trabajo, plasmar todo esto, así sean logros, así sean desgracias, es lo que un fotógrafo hace”.

Fuente: Milenio

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