Intensas protestas se tomaron más de cien ciudades en Irán. Hubo saqueos, quema de edificios, represión por parte de las policías y muertes. Sin embargo, poco se sabe de lo que realmente está sucediendo.
¿Por qué? Para responder esa pregunta, primero hay que remontarse al viernes 15 de noviembre, el día en que comenzó el estallido social.
Tal como ha sucedido en algunos países de América Latina, el elemento que activó la crisis fue el aumento del precio de uno de los bienes económicos básicos de esta región: la gasolina.
El anuncio del presidente iraní, Hassan Rouhani, de incrementar en un 50% el precio del combustible provocó una reacción inmediata de miles de personas que decidieron salir a las calles a protestar.
Como ha sido la tónica de las últimas movilizaciones en el mundo, las demandas se expandieron mucho más allá del combustible y, así, el discurso sobre la desigualdad y las injusticias sociales se apoderaron del debate.
Pero la respuesta del gobierno no tardó en llegar y, junto con salir a reprimir las marchas, decidió tomar una medida radical: bloquear internet para los 80 millones de habitantes iraníes.
Y ahí está, justamente, la primera razón que explica por qué se sabe tan poco de la crisis social que afecta a este país y que, hasta el momento, se dice que ha provocado la muerte de 143 personas y la detención de al menos 7.000, según Amnistía Internacional.
Fuente BBC NEWS