En 2004, auriazules y rojiblancos protagonizaron una de finales más dramáticas en la historia del futbol mexicano, serie donde nació la inmortal frase “Gatitos ni madres”.
Guadalajara y Universidad Nacional, se miden este sábado en la jornada 13 de la Liga MX con un presente muy distinto al que vivían ambas instituciones hace 15 años, cuando disputaron el título de la Liga MX.
Los Pumas, dirigidos por Hugo Sánchez, dieron cuenta de Atlas y Cruz Azul antes de medirse al Rebaño Sagrado en la instancia definitiva. El “Macho” contaba entre sus filas con futbolistas como Sergio Bernal, Joaquín Beltrán, Jaime Lozano, Ailton da Silva, Leandro, Dario Verón y Kikín Fonseca. Calificaron a la liguilla como segundos de la tabla general.
Por su parte, Chivas era dirigido por el holandés Hans Westerhof en lo que significó la primera final para los tapatíos bajo la gestión de Jorge Vergara, uno de los personajes que más sabor le puso a la rivalidad. El empresario publicaba desplegados en periódicos tras los partidos de su equipo. Uno de ellos fue dedicado a Pumas. “Nos pareció ver un lindo gatito” fue la frase que selló el triunfo de Chivas sobre los universitarios el torneo previo a que se encontraran en la gran final.
A raíz de los desplegados, la final de 2004 tuvo un tinte especial. El partido de ida se disputó en el Estadio Jalisco. En un encuentro muy cerrado, Pumas logró abrir el marcador hasta el minuto 76 gracias a “Parejita” López (hoy participante del Exatlón). Sin embargo, a 5 minutos del final se disparó la polémica con un penal que marcó Manuel Glower, que, a todas luces, era una falta fuera del área. El infalible Ramón Morales anotó el empate y todo quedó abierto para la vuelta en CU.
La capital del país recibió el 13 de junio de 2004 el partido definitivo. Pocas opciones en los arcos, nervios por parte de los equipos, y un 0-0 lleno de tensión que llevó al tiempo extra y después a los penales. La afición del Guadalajara tenía plena confianza en que su portero Oswaldo Sánchez sería el héroe de la tanda. Era el arquero titular de la selección y considerado incluso como un “santo” por las innumerables ocasiones en que salvó a la portería del Rebaño. La historia desde los 11 pasos fue diferente.
Arropados por la afición auriazul, Pumas le anotó a “San Oswaldo” los 5 penales de la serie. Chivas por su parte, anotó los primeros cuatro disparos, sin embargo no pudo contar con el cobrador estrella para la tanda. Ramón Morales salió de cambio en el segundo tiempo. La responsabilidad de igualar el marcador fue para Rafael Medina. El jugador de entonces 25 años envió su disparo por encima de la portería de Bernal para entregarle a Pumas el campeonato luego de 13 años de sequía.
Fue entonces durante los festejos en el estadio que el brasileño Ailton, mostró una camiseta con la leyenda “Gatitos ni madres” en respuesta a los desplegados que había realizado la directiva rojiblanca en el pasado. El Clausura 2004 marcó el inicio del camino para que los torneos cortos tuvieran a su primer bicampeón de la historia. Pumas se alzó también con el trofeo de liga 6 meses después venciendo a Monterrey.
Con información de TV Azteca