Xalapa Ver., 13 de septiembre de 2019; La final del Mundial será el premio a los equipos más voraces. Cuestión de hambre, Argentina llevaba 17 años esperando a disfrutar un banquete planetario al que no comparecía desde la plata de Indianápolis y devorar a Serbia se le hizo poco. Y Francia llegó saciada a la cita tras su pantagruélica victoria ante Estados Unidos.
El resultado fue un partido dominado de principio a fin por la intensidad y el colmillo de la vibrante camada tutelada con pasión por Luis Scola.
Fuente EL PAÍS