En el estado de Michoacán, el país enfrenta el peligro de perder su segundo lago más grande, el de Cuitzeo, donde el 70 por ciento del lecho está seco.
El 85 por ciento del territorio mexicano presenta condiciones de sequía actualmente, y habitantes de la región central dijeron este jueves que lagos y presas se están secando, incluido el segundo cuerpo de agua dulce más grande del país.
La jefa de gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, dijo que es la peor sequía en 30 años, y que el problema puede verse en los embalses que almacenan agua de otros estados para abastecer la capital del país.
Algunas de esas presas, como Villa Victoria, al oeste de la capital, están a un tercio de su capacidad normal, y falta mes y medio para que caiga alguna lluvia importante.
Isaías Salgado, de 60 años, intentaba llenar su camión cisterna con agua en Villa Victoria, tarea que normalmente le toma media hora. El jueves, tardó tres horas y media para abastecer su camión con capacidad para 10 mil litros de agua.
“La presa se está secando”, dijo Salgado. “Si le siguen sacando agua, ya para mayo esto va a secarse por completo, y se van a morir los peces”.
Sheinbaum señaló que a medida que la sequía se agrava, más gente tiende a regar sus prados y jardines, lo que empeora el problema.
Una cuarta parte del agua que abastece a los 9 millones de habitantes de la capital proviene de presas como Villa Victoria y otras dos, que en conjunto están a 44 por ciento de su capacidad. El resto es extraído de pozos dentro de los límites de la ciudad. Pero el propio nivel freático de la ciudad está bajando y las fugas en tuberías merman el abastecimiento.
Rogelio Ángeles Hernández, de 61 años, captura peces en Villa Victoria desde hace 30 años. No le preocupa mucho la pesca. Durante sequías anteriores, los habitantes locales se han podido llevar peces en carretillas a medida que bajaban las aguas. .
Sin embargo, el turismo en las presas, como la de Valle de Bravo, más al oeste, está siendo afectado por el descenso del nivel de las aguas.
En última instancia, será la capital la que realmente va a sufrir.
“La pesca sigue igual, la afectación va a ser para los de la Ciudad de México, que van a recibir menos agua”, afirmó Ángeles Hernández.
Más hacia el oeste, en el estado de Michoacán, el país enfrenta el peligro de perder su segundo lago más grande, el de Cuitzeo, donde el 70 por ciento del lecho está seco. La sequía es la principal causa, aunque los habitantes aseguran que las carreteras construidas a través del lago y el desvío de agua para consumo humano también han incidido en el problema.
El gobernador de Michoacán, Silvano Aureoles, dijo que gran parte del lago está seco y que las comunidades aledañas ahora padecen tormentas de arena. Agregó que las comunidades podrían tener que empezar a plantar vegetación en el lecho del lago para impedir que ocurran.
En una petición al gobierno, los habitantes de las comunidades aledañas al lago dijeron que sólo sobreviven seis de las 19 especies de peces del lago. Atribuyeron a las tormentas de arena decenas de miles de infecciones respiratorias e intestinales entre los habitantes locales.