Armando Cortés, director general de la Industria Nacional de Autopartes (INA), señaló que con la publicación en el Diario Oficial de la Federación (DOF) del Convenio de Colaboración del Gobierno Federal para impulsar la industria de semiconductores en México, comienza una nueva era para que el país se convierta en un proveedor viable de chips para Norteamérica.
En la siguiente semana, el sector privado se reunirá con el Gobierno federal, encabezado por la Secretaría de Economía y la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), para definir los apoyos y estrategias que impulsen el desarrollo de estos componentes en México.
Bajo el marco del T-MEC, se ha identificado que México tiene la oportunidad de ensamblar, validar y empacar los semiconductores, la tercera parte del proceso de elaboración de un chip, conocido como “backend”.
Cortés explicó que el proceso de fabricación de semiconductores se divide en tres partes: el diseño, el frontend o manufactura del semiconductor, y el backend que comprende el ensamblaje, validación y empacado del semiconductor.
Aunque la manufactura de semiconductores se llevará a cabo en Estados Unidos debido a factores como el gran uso de agua, electricidad renovable e innovación, es esencial desarrollar la industria de semiconductores en México para garantizar su abasto a sectores clave como el automotriz.
La industria de los semiconductores es uno de los sectores de mayor potencial de crecimiento económico para las inversiones, de acuerdo con la política industrial del país.
La Secretaría de Economía se encargará de promover, orientar, fomentar y estimular la industria nacional de semiconductores, así como impulsar la producción para garantizar el abasto y el funcionamiento eficiente en el mercado.
En el Convenio participan diversas dependencias y entidades de la Administración Pública Federal, como las secretarías de Hacienda y Crédito Público, Medio Ambiente y Recursos Naturales, Energía, Educación Pública, entre otras, con el objetivo de impulsar el desarrollo de la industria de semiconductores en México.
Fuente: El Economista
