viernes, septiembre 20, 2024

ONU advierte que el objetivo de acabar con el hambre en el mundo para 2030 está descarrilando por completo

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La Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) ha avisado este miércoles que el mundo está muy lejos del objetivo de acabar con el hambre para el año 2030, tras constatar una falta de progresos casi total durante el año pasado, excepto en América Latina. Hasta 757 millones de personas han pasado hambre y 2,300 millones han padecido algún tipo de inseguridad alimentaria, cifras que siguen sin rebajar el repunte registrado durante la pandemia de coronavirus, hace tres años.

La FAO emitió esta grave advertencia durante la presentación del Informe sobre el Estado de la Seguridad Alimentaria y la Nutrición en el Mundo (SOFI) 2024, al margen de la Reunión Ministerial del Grupo de Trabajo de la Alianza Mundial G20 contra el Hambre y la Pobreza en Río de Janeiro, Brasil. Durante el evento, la agencia de la ONU destacó los gravísimos desafíos que necesitan de un impulso económico estimado en “varios billones” de euros en los próximos seis años si la comunidad internacional quiere cumplir con este Objetivo de Desarrollo Sostenible.

“La falta de avances contra la inseguridad alimentaria y el progreso irregular en el acceso económico a una dieta saludable ensombrecen la posibilidad de conseguir acabar con el hambre en el mundo a seis años vista de la fecha límite de 2030″, advirtió la FAO. Estos factores no solo están aumentando en frecuencia e intensidad, sino que también se están retroalimentando cada vez más. En combinación con factores subyacentes propios de cada continente, los números de la desnutrición no hacen sino aumentar.

En términos generales, la FAO estima que entre 713 y 757 millones de personas pasaron hambre en 2023 en todo el mundo. Esto representa a una de cada once personas y entre un 8.9 y un 9.4 % de la población global, 152 millones de personas más que el año anterior. Este porcentaje se dispara cuando se trata de la inseguridad alimentaria, que afectó a un 28.9 % de la población mundial, es decir, 2,330 millones de personas.

África al alza, progreso en América Latina

Por continentes, la FAO estima que el hambre sigue aumentando en África, pero se ha mantenido relativamente sin cambios en Asia, mientras que hay avances notables en América Latina y el Caribe, donde el porcentaje de población en inseguridad alimentaria ha bajado más de tres puntos porcentuales desde 2022 (del 31.4% al 28.2%).

El continente africano sigue siendo la región con la mayor proporción de población pasando hambre: 20.4%, en comparación con 8.1% en Asia, 6.2% en América Latina y el Caribe, y 7.3% en Oceanía. Aunque Asia sigue albergando a más de la mitad de todas las personas que padecen hambre en el mundo, se espera que África, dentro de seis años, ocupe esta posición.

El panorama es aciago: la FAO prevé que 582 millones padecerán malnutrición al final de la década, revelando el enorme desafío que supone alcanzar el Objetivo de Desarrollo Sostenible del Hambre Cero. Por ello, la FAO asegura que “hay que acelerar la transformación de nuestros sistemas agroalimentarios para fortalecer su capacidad de aguante ante los principales factores y abordar las desigualdades para garantizar que las dietas saludables sean asequibles y estén disponibles para todos”.

“Billones de euros”

La FAO estima que serán necesarios “varios billones de euros” para lograr estos objetivos, ya que, de lo contrario, el mundo se enfrentará a una serie de consecuencias sociales, económicas y medioambientales que solo podrá salvar invirtiendo posiblemente más de esa cantidad. La agencia de la ONU propone diversas opciones para mejorar la eficacia de la financiación existente.

Para los países con una capacidad limitada para acceder a los flujos de financiación, las opciones más adecuadas pasan por donaciones y préstamos en condiciones favorables. Mientras que los países con una capacidad moderada pueden aumentar los ingresos fiscales internos, vinculando los impuestos a los resultados en materia de seguridad alimentaria y nutrición.

La FAO lamenta que “la actual arquitectura de financiación de la seguridad alimentaria y la nutrición está muy fragmentada y necesita pasar de un enfoque aislado a una perspectiva más integrada”. Para ello, hace falta “una mejor coordinación entre los actores sobre lo que es esencial considerando las prioridades políticas nacionales y locales”, siendo requisitos imprescindibles “la transparencia y la armonización de la recopilación de datos” para mejorar la coordinación y focalizar el financiamiento de manera eficaz.

En último término, la FAO considera este informe como “una llamada a la acción” que, espera, influya en próximos debates sobre desarrollo y financiación en la Cumbre del Futuro en septiembre de 2024 en Nueva York, así como en conversaciones venideras, porque “un mundo sin hambre, inseguridad alimentaria y desnutrición es un mundo que vale la pena salvar, que vale la pena financiar y en el que vale la pena invertir”.

Fuente: El Economista

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