El Barça apura los dos últimos días de mercado y a medida que pasan las horas va cundiendo la sensación, tanto en el área directiva como en la deportiva, de que los grandes acuerdos esperados para poder sufragar operaciones de mercado no llegarán. Se trata de las operaciones con Nike y del cierre de la entrada de un inversor para Barça Vision. Concretamente, sobre la renovación con la marca de ropa deportiva fuentes del club admiten que no se podrá concretar el acuerdo durante la actual ventana de fichajes y traspasos. Una inyección muy potente que dejaría al Barça de afrontar una operación de mucho recorrido en las últimas horas sin tener que estar pendiente de que haya alguna salida.
El club ha mantenido la esperanza de poder liquidar alguna operación de alto calado para tener capacidad económica en la última semana de mercado. De hecho, se puso en contacto con Jorge Mendes para intentar el fichaje de Rafael Leao, extremo del Milan, una vez se cayó el intento por Nico Williams. También se ha movido el fichaje de Jonathan Tah, central del Bayer Leverkusen que acaba contrato en 2025 y que está tasado en 30 millones por su club.
Sin embargo, a día de hoy desde el club ya se apunta que, ante la casi segura imposibilidad de cerrar los grandes acuerdos que se están trabajando, ya la vía de las incorporaciones se ciñe a que desde la directiva se active un aval personal o a que haya alguna salida. Sin embargo, en este caso de que haya un traspaso la dificultad también es grande para hacer un gran fichaje porque al no estar el club en la regla 1:1 del límite salarial de LaLiga, vender a un futbolista no da la opción a utilizar todo lo que se ingrese por él y toda la ficha que el jugador deja de percibir para incorporar a otro.
Y es que sin el ansiado 1:1, el FC Barcelona sólo puede reutilizar el 60% del salario y amortización del jugador que se va y únicamente el 20% de su venta. Es decir, que si se va un futbolista por 20 millones, de esa cantidad sólo se pueden usar 4 millones. Este escenario abocaría al Barça, en caso de vender a uno de sus jugadores, a hacer un mal negocio a corto plazo porque sólo podría usar una parte muy exigua de lo ingresado para reforzarse ahora. Ahí ya deberían ser el presidente Laporta, el director deportivo Deco y el entrenador Flick quienes valorasen los pros y contras de la situación. En todo caso, hablamos de piezas de un puzzle que deben encajar y cada vez queda menos tiempo. Eso sí, no hay que olvidar que el pasado verano el Barça cerró hasta seis operaciones el último día, dos salidas (Abde, Eric, Ansu y Lenglet) y dos entradas (Cancelo y Joao Félix).
FUENTE MILENIO DEPORTIVO
