En el marco del Día Internacional de las Víctimas de Desaparición Forzada, la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) hizo un llamado a las autoridades para que intensifiquen sus esfuerzos en la búsqueda y localización de personas desaparecidas. La CNDH enfatizó la importancia de utilizar todos los recursos tecnológicos, científicos y humanos disponibles para garantizar el derecho a la verdad y brindar certeza a las familias de las víctimas.
La CNDH subrayó la necesidad de implementar políticas públicas integrales que no solo aborden la localización de las personas desaparecidas, sino que también contribuyan a la reconstrucción del tejido social, la recuperación de la confianza en las autoridades y la erradicación de las prácticas de desaparición forzada.
Durante la actual administración, la CNDH creó la Oficina Especial para Investigar Represión y Desapariciones Forzadas por Violencia Política de Estado durante el Pasado Reciente. Esta oficina ha documentado cómo operó la violencia política en México, destacando la sistematicidad de las desapariciones forzadas dirigidas por el Estado desde la década de los cincuenta hasta 2016.
La Comisión también señaló que, durante la llamada “Guerra contra el narcotráfico” iniciada por el expresidente Felipe Calderón, la violencia se intensificó y se extendió más allá de la disidencia política, afectando a la población general bajo el pretexto de combatir al crimen organizado. Este periodo dejó millones de víctimas, muchas de ellas presentadas como “daños colaterales”.
Aunque la desaparición forzada, en su forma más clásica, ya no proviene directamente de las autoridades del Estado, la CNDH advirtió que las desapariciones cometidas por particulares también requieren una respuesta efectiva por parte del Estado para cumplir con su deber de localizar a las personas desaparecidas y proporcionar certidumbre a sus familias.
