El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, aún no acepta su derrota Lula da Silva en las elecciones presidenciales y tuvo el cinismo de señalar que los bloqueos de camioneros en varias carreteras del país son fruto de la “indignación” y del “sentimiento de injusticia” por los resultados en las urnas.
En su breve discurso no mencionó los resultados de las elecciones, aunque aceptó que continuará siguiendo las reglas de la Constitución.
“Siempre me han etiquetado como antidemocrático y, a diferencia de mis detractores, siempre he jugado dentro de las cuatro líneas de la Constitución”, comentó, flanqueado por más de una docena de ministros y aliados, a periodistas en la residencia oficial en Brasilia, la capital.
Bolsonaro perdió la contienda por un margen muy estrecho, al obtener el 49.1% de los votos frente al 50.9% de Lula. Ha sido la carrera presidencial más reñida desde el regreso de Brasil a la democracia en 1985.
Con información de AP