La Laguna de Zumpango, que una vez fue un próspero destino turístico en México, ahora enfrenta una crisis debido a la sequía y la reducción drástica de su nivel de agua. Esta situación ha tenido un impacto devastador en la economía local, especialmente para más de 200 comerciantes y unos 50 lancheros que dependían del turismo en la zona.
En el pasado, la laguna se había secado en 2013, pero se logró recuperar con la ayuda de agua de otras fuentes. Se implementó un proyecto ecoturístico exitoso que incluyó la instalación de comercios y actividades recreativas. Sin embargo, desde el 2022, el nivel de agua ha disminuido nuevamente, dejando a las lanchas varadas y a los comercios sin clientes.
La situación empeoró cuando la Comisión Nacional del Agua (Conagua) obstruyó el flujo de agua hacia la laguna, lo que exacerbó la crisis. Aunque se realizaron trabajos para restablecer el nivel de agua en 2020, el proceso ha sido lento y la laguna sigue seca hasta la fecha.
Los expertos esperan que las condiciones climáticas mejoren en los próximos años y que la laguna se recupere gradualmente. Sin embargo, para los comerciantes y lancheros que dependen del turismo, la situación actual es desalentadora, con pocos visitantes y negocios que luchan por sobrevivir.
A pesar de la incertidumbre, la esperanza persiste entre los residentes de la zona, quienes anhelan que la Laguna de Zumpango vuelva a ser un destino turístico próspero en el futuro. Por ahora, las lanchas y los pocos negocios que quedan son testigos silenciosos de tiempos mejores que esperan ansiosamente.
