Guatemala, 24 de julio de 2024.
Más de 500 mexicanos, incluidos niños y ancianos, han huido a Guatemala en los últimos días debido a la violencia del narcotráfico en el estado sureño de Chiapas, informó este jueves el Instituto Guatemalteco de Migración.
“Durante la semana se ha identificado un flujo migratorio de personas procedentes de México en condiciones de movilidad humana (…). Según el monitoreo realizado por Migración [son] más de 500 personas, incluyendo mujeres, hombres, niñas, niños y adultos mayores”, precisó la institución en un comunicado. El miércoles, la oficina del procurador de Derechos Humanos y el Ejército estimaban en cerca de 300 la cantidad de mexicanos desplazados.
Las familias “se han desplazado de manera forzada hacia Guatemala por la violencia que azota el sur del vecino país” y buscaron refugio en comunidades del municipio guatemalteco de Cuilco, fronterizo con Chiapas, agregó el Instituto de Migración. La institución también señaló que, junto a otras organizaciones, ha preparado una comisión de asistencia humanitaria para “identificar las necesidades de estas personas”.
Recrudecimiento de la violencia en Chiapas
La zona fronteriza de Chiapas está experimentando un recrudecimiento de la violencia debido a enfrentamientos entre los cárteles de Jalisco Nueva Generación (CJNG) y de Sinaloa, las dos mayores organizaciones criminales de México. Ambos grupos se disputan el control de las localidades fronterizas, una zona clave para el tráfico de drogas, armas y migrantes que atraviesan México en su camino hacia Estados Unidos, según el centro de análisis Insight Crime.
El 28 de junio, Chiapas fue escenario de una masacre que dejó 19 muertos, entre ellos siete guatemaltecos. A principios de julio, las autoridades mexicanas trasladaron a albergues a más de 4,000 personas que se escondían en sus casas tras varios días de violencia en el poblado de Tila, Chiapas.
El desplazamiento forzado de familias mexicanas hacia Guatemala subraya la grave situación de inseguridad y violencia en la región, y la urgente necesidad de una respuesta coordinada para atender las necesidades humanitarias de los afectados.
Fuente: El Universal
