El Gobierno de Guerrero y la Coordinadora Regional de Autoridades Comunitarias, Pueblos Fundadores, pactaron desarmar al grupo de 19 niños que recibieron las municiones en enero pasado, para combatir al crimen organizado en Chilapa.
Además de dejar las escopetas, los menores que fueron ingresados a la policía comunitaria, también detuvieron sus entrenamientos de combate al narcotráfico.
De acuerdo con la Coordinadora Regional de Autoridades Comunitarias, esto fue una petición del Gobierno del estado.
“El jueves nos reunimos con DIF Guerrero y se nos pidió que ya no siguiéramos preparando a los niños. Nos comprometimos a ya no hacerlo pero que cumplan las 29 demandas, pero si no las cumplen volvemos a hacer otro ruido”, detalló Bernardino Sánchez, coordinador de esta policía comunitaria.
El grupo de autodefensas exigió a las autoridades que se garantice la educación a estos niños, que habitan en los municipios de Chilapa y José Joaquín de Herrera.
También exigen que sean canceladas las 66 órdenes de aprehensión que pesan sobre algunos de sus integrantes, y que sean liberados compañeros presos.
Fuente: Milenio
