Julian Assange, el periodista y fundador de WikiLeaks, logró finalmente un acuerdo que le permitió salir de una prisión británica este lunes. Assange, quien enfrentaba una pena máxima de 170 años, fue liberado y regresó a Australia tras declararse culpable en un acuerdo.
Assange estaba acusado de 18 cargos derivados de la mayor filtración de información clasificada en la historia de Estados Unidos. En 2010, WikiLeaks publicó documentos secretos sobre las guerras de Irak y Afganistán y evaluaciones de detenidos en Guantánamo, información que fue proporcionada por la exanalista de inteligencia del Ejército estadounidense, Chelsea Manning.
El acuerdo alcanzado por Assange pone fin a años de disputas legales, aunque el debate sobre su papel como símbolo de la libertad de expresión o como una amenaza a la seguridad nacional persiste. Sus seguidores lo ven como un héroe que luchó por la transparencia y el derecho a la información, mientras que sus detractores lo consideran una figura que puso en riesgo la seguridad de múltiples naciones y la vida de informantes.
El caso de Assange continúa generando una intensa discusión sobre los límites de la libertad de prensa y el manejo de información clasificada, reflejando las tensiones entre la seguridad nacional y los derechos fundamentales en la era digital.
Fuente: Latinus
