En la carretera Monterrey-Nuevo Laredo han desaparecido en lo que va del año alrededor de 80 civiles, entre ciudadanos mexicanos y de Estados Unidos, como consecuencia de un recrudecimiento de la violencia por la disputa de los grupos criminales y la llegada del poderoso Cártel Jalisco Nueva Generación.
Juan Pérez Hernandez, de 66 años de edad, desapareció junto con dos familiares el 24 de mayo, en la carretera federal Monterrey-Nuevo Laredo, que une los estados de Nuevo León y Tamaulipas, fronterizos con Estados Unidos.
rabajaba como albañil y viajó a la frontera con dos sobrinos, un menor, Eloy Méndez de 16 años, y Julio Cesar Reyes González, de 29 años.
“Mi hija fue a poner la denuncia a Tamaulipas. Confío en Dios, le pido a Dios que nos los regresen”, contó este viernes a Efe su esposa, Amalia.
Mencionó que a su marido lo esperan en casa cuatro hijos y siete nietos.
Tierra de cárteles
Las autoridades atribuyen las desapariciones al incremento de la disputa entre cárteles en esta región por las estratégicas ciudades fronterizas de Tamaulipas, por donde se cruzan drogas y también miles de migrantes, un negocio que ahora compite con el narcotráfico.
Un vocero del Grupo de Operaciones Especiales de la Policía del estado de Tamaulipas contó a Efe que en Nuevo Laredo existe una guerra soterrada por la llegada del todopoderoso Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG).
Precisó que el capo del Cártel del Noreste (CDN, antes Zetas) Juan Gerardo Treviño Morales, alias “el Huevo“, recién se alió con Fausto Isidro Meza Flores, “el Chapo” Isidro, actual líder de Cártel de los Beltrán Leyva, para frenar el ingreso del CJNG a Tamaulipas.
Ahora los antiguos Zetas del CDN están de cacería en el tramo Sabinas a Nuevo Laredo y mantienen un retén en la entrada a Nuevo Laredo durante la madrugada, añadió.
Debido a la paranoica cacería de supuestos “rivales” que mantiene el CDN, han desaparecido a inocentes.
Un 80 por ciento son hombres jóvenes a los que se les perdió el rastro en la entrada a la ciudad fronteriza de Nuevo Laredo, en horario de madrugada y particularmente los martes y jueves, concluyó la fuente.
Lloran las pérdidas
Luis Ángel Cepeda Pérez, de 33 años, desapareció en la entrada a Nuevo Laredo el 9 de marzo pasado de madrugada cuando se bajó de su tráiler para cargar diésel en una estación de gasolina.
El 25 de mayo, Ricardo Valdez y Jorge Luis Arévalo Carrillo, ambos de 29 años de edad, viajaban en un automóvil compacto por la carretera hacia Nuevo Laredo y cuando casi entraban a la ciudad se perdió la señal de sus teléfonos celulares.
Ambos eran ingenieros industriales egresados de la Universidad Autónoma de Nuevo Léon. Viajaron a la frontera para dar mantenimiento a maquinaria de una empresa.
Entre los desaparecidos están también una madre mexicana y dos hijos originarios de Estados Unidos.
Sus familiares de Texas perdieron contacto con ellos el pasado 13 de junio cuando se dirigían a Estados Unidos por la carretera federal Monterrey-Nuevo Laredo.
Viajaban en un vehículo compacto de Texas y la madre, de origen mexicano, fue identificada como Gladys Cristina de 39 años, mientras su hijo tiene 16 años y su hija 9 años.
Debido a la nacionalidad estadounidense de los menores ya intervino en el caso el Buró Federal de Investigaciones (FBI, por sus siglas en inglés).
Este caso recuerda al acontecido hace unos años en San Fernando, en Tamaulipas, donde secuestraron en una carretera a decenas de personas, muchas de ellas que viajaban incluso en autobuses.
En México hay actualmente más de 89 mil personas desaparecidas, según datos de la Comisión Nacimiento de Búsqueda. Tamaulipas es el estado del país que reporta más desapariciones, con más de 11 mil 500.
Con información de EFE