Agencias
Este 21 de enero, en México y en los países donde suenan las notas de la música vernácula mexicana, se celebra el Día Internacional del Mariachi. La Secretaría de Cultura del Gobierno de México y el Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (INBAL) destacan la conmemoración de este género musical que es Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad.
En 2004, el gremio de los músicos decidió dedicar un día en especial —el 21 de enero— para reconocer las interpretaciones del mariachi como una expresión artística que transmite valores y fomenta el respeto hacia el patrimonio cultural.
Su vasto repertorio abarca canciones de las diferentes regiones de México; jarabes, minués, polkas, valonas, chotis, valses, serenatas, corridos y canciones tradicionales de la vida rural.
La influencia musical del mariachi ha trascendido fronteras, por lo que es común escucharlo en diferentes regiones de Estados Unidos, Venezuela, Colombia, El Salvador, Italia, Francia y Japón, inclusive en Las Antillas y en África, donde se han integrado este tipo de agrupaciones con sus propios ciudadanos.
Aunque en la actualidad existen centros de formación especializada, como la Escuela de Mariachi Ollin Yoliztli en la Plaza Garibaldi, el aprendizaje de oído es el principal medio de transmisión de la música de mariachi tradicional y las competencias técnicas se enseñan de padres a hijos.
A pesar de que los instrumentos que conforman un mariachi pueden variar, según el tamaño de la agrupación, siempre hay guitarrón, vihuela, guitarra y algún violín. Los conjuntos más grandes incluyen metales, cuerdas en varias tonalidades y, en ocasiones, arpa.
La indumentaria se ha convertido igualmente en un ícono mundial. Está inspirada en la ropa que usaban los campesinos con adornos de vestimenta española, espuelas en los botines y sombreros largos, pantalones con botones o seguros de plata, corbata de moño y chaqueta.