En medio de una serie de intensos ataques transfronterizos entre Israel y Hezbollah, las autoridades estadounidenses han expresado un moderado optimismo sobre la posibilidad de evitar un conflicto de mayor escala entre ambos actores. A pesar de la escalada reciente, que incluyó uno de los intercambios más significativos de los últimos años, funcionarios estadounidenses creen que Hezbollah no tiene interés en desatar una guerra total con Israel en este momento.
Según las autoridades, Hezbollah, considerado el grupo más poderoso y autónomo respaldado por Irán en la región, ha llevado a cabo una serie de ataques relativamente contenidos tras el asesinato de uno de sus altos comandantes, Fu’ad Shukr, el mes pasado por Israel. Los analistas sugieren que la elección de objetivos militares por parte de Hezbollah apunta a una estrategia de represalia medida, con el objetivo de evitar una escalada mayor.
Aunque la amenaza de un conflicto regional más amplio sigue presente, especialmente con la situación en Gaza deteriorándose, Hezbollah anunció el martes que sus represalias habían concluido. Las tensiones entre Israel y Hezbollah han vuelto a los intercambios típicos de ataques a través de la frontera, alejando, al menos temporalmente, la posibilidad de una guerra total.
Los analistas subrayan que Hezbollah es consciente de las devastadoras consecuencias que una guerra con Israel podría tener para el Líbano, cuya economía y sistema político ya están gravemente afectados. En la última guerra entre ambos, en 2006, más de 1,000 libaneses murieron y la infraestructura del país quedó en ruinas, un recuerdo que todavía pesa en la opinión pública libanesa.
Paralelamente, las autoridades estadounidenses continúan monitoreando de cerca a Irán, sospechando que podría considerar una respuesta al asesinato de un alto funcionario de Hamas por parte de Israel en Teherán. Sin embargo, creen que Irán, aunque presionado por algunos grupos respaldados por él, es reacio a arriesgarse a una guerra regional directa con Israel.
Mientras tanto, las conversaciones para un posible alto el fuego en Gaza avanzan lentamente, con negociaciones trasladadas de El Cairo a Doha, Qatar. A pesar de los recientes ataques, las discusiones continúan con cierto grado de optimismo, aunque Israel ha dejado claro que no está dispuesto a aceptar un alto el fuego permanente.
