Integrantes de Colectivos Provida, se manifestaron al exterior de la Fundación Marie Stopes, del Puerto de Veracruz, para manifestar su inconformidad por la entrada en operación de la clínica.
Y es que consideran que la Interrupción del Embarazo se trata de un asesinato a los niños aún no nacidos.
“Los Veracruzanos amamos la vida y estamos conscientes de la dignidad del ser humano en todas las etapas de la vida, que inicia en el vientre materno al momento de la concepción”, expresaron.
La protesta estuvo acompañada de un médico y una mujer embarazada a quien le hicieron un ultrasonido para que se escucharan los latidos de la madre y el bebé de su vientre.
Con ello, buscaron hacer conciencia entre la población.
Reconocieron que si bien no siempre se dan las condiciones óptimas para la maternidad, el aborto es una salida falsa para terminar con el embarazo, ya que en muchos casos deja una sensación de desilusión mayor en la mujer, seguida de complicaciones médicas como hemorragias, perforación o ruptura uterina, dificultad para lograr nuevos embarazos o esterilidad permanente.
Además hay casos donde se presentan el síndrome postaborto que ocurre no solo en la mujer que aborta, sino hasta en su pareja y su familia, y que no pocas veces se manifiesta en neurosis, depresión y hasta suicidio.
En ese tenor, consideraron que es una gran injusticia ofrecer la muerte del hijo como solución a los problemas de la madre porque el aborto no soluciona ni la enfermedad, ni la soledad, ni la pobreza, ni el abandono.
“Levantamos la voz para ofrecer a cualquier mujer que esté pasando por un embarazo en situación de vulnerabilidad, nuestro apoyo, nuestra solidaridad y nuestra ayuda. Sin juzgar sus razones ni su problemática, en la Casa de la Vida encontrará alguien con quien hablar y muchas asociaciones dispuestas a abrirle la puerta para apoyarla durante todo su embarazo y puerperio para que pueda ver en ese hijo el impulso y el motor para lograr las metas más altas que se proponga”.