¿La propuesta del presidente de La República acerca del Gas del Bienestar acabaría con el monopolio de gas en el país?
“El presidente está confundido. No tiene claro lo que es un monopolio, no sabe que se dice que existe un monopolio cuando solo existe una empresa que produce una mercancía o nos brinda un servicio (como Pemex) y dado que no tiene competencia puede imponer sus condiciones de mercado como son el precio, la cantidad y la calidad de aquello que nos ofrece y los consumidores no tienen mayor opción que comprarle”.
“El mercado de los distribuidores de gas LP que cuenta con pocos participantes se le puede llamar un oligopolio y si en verdad quisiera mejorar las condiciones de competencia tendría que garantizar el estado de derecho y hacer más fáciles las reglas del juego (leyes y trámites) para que sean cada vez más el número de empresas que compiten entre sí para ganar un mercado”.
Prosigue:
“Pero no. Lo que el presidente López ha decidido es crear una paraestatal que supuestamente se llamará Gas Bienestar que, por cierto, para este año fiscal no cuenta ni con presupuesto ni con la aprobación del Congreso para iniciar operaciones”.
“Con esa paraestatal que, según López, ofrecería “precios justos” nos está anunciando lo que los economistas llamamos control de precios”.
“Nos está diciendo que esta empresa venderá más barato el gas, es decir, lo dará más barato que el resto de las empresas gaseras que han actuado como oligopolio, como un pequeño grupo de oferentes que se ponen de acuerdo entre sí para fijar el precio de un producto”.
“Pero nunca se mejorará un mercado combatiendo un oligopolio con un monopolio (Pemex, Gas Bienestar). Los monopolios nunca han sido competitivos ni convenientes para las finanzas públicas”.
¿Podría haber precios Justos?
Si los precios dependieran del gobierno, López ya hubiera cumplido su palabra de poner la gasolina a $10.00 pesos. Pero no funciona así y aún no lo entiende”.
“Eso de los “precios justos” se vende bien y exalta a la población porque se escucha bonito, se escucha atractivo y por eso se vende bien. ¿A quién le gusta pagar más por un producto? A nadie”.
“Siento mucho decir esto, la mayoría de la población en México desconoce de teoría económica y en ese sentido del funcionamiento de los mercados. Invitaría a los ciudadanos a tomar un libro serio de Economía y leer un poco acerca de la oferta y la demanda, del equilibro de mercado y de las distorsiones que causan las intervenciones gubernamentales en el mercado”.
“Intervenciones como los llamados precios de garantía o el “precio justo” que menciona López”.
“Trato de explicarme: Actualmente el precio de los combustibles en México depende del mercado internacional y no de la voluntad presidencial como en el México de los años setenta. Debido a que los precios internacionales del gas y las gasolinas son altos, estos se reflejan en el precio final que nos ofrecen los distribuidores de gas o las gasolineras, a las cuales hay que sumar los impuestos”.
“Si se percatan, tanto distribuidores de gas como gasolineras nos ofrecen sus productos a precios muy similares que tienen variaciones día tras día. Ese precio que nos ofrece se le llama precio de equilibrio, es el precio donde se recuperan tanto los costos como también se cubren los impuestos y a los distribuidores les queda una ganancia”.
“Ahora bien, ¿Qué ocurre si aparece una empresa de gobierno que pone el precio por debajo del precio de equilibrio eliminando el margen de ganancia de las empresas? ¿Las empresas privadas tendrán incentivos para seguir distribuyendo gas aún con el riesgo de incurrir en pérdidas financieras? ¿Ustedes producirían algo que al final tuvieran que vender sin obtener ganancia alguna? La única manera de que el gobierno pueda ofrecer un “precio justo” es subsidiando a la empresa Gas Bienestar”.
“Es decir, inyectando dinero de los impuestos para poder cubrir las pérdidas que dicha empresa tendría al vender por debajo del precio de equilibrio y sin obtener ganancia. Y empresa sin ganancia no es viable”.
“El engaño consiste en hacer creer a la población que verdaderamente obtendrán un precio menor cuando en realidad se estarán incurriendo en pérdidas que serán cubiertas con dinero de los ciudadanos”.
“Nadie regala nada ni hay precios justos. El único mecanismo de ajuste es el mercado mismo en este mundo globalizado”.
¿Si es viable? Porque ya lo da como un hecho y se anuncia que a más tardar en tres meses inicia la venta.
“¿Creen que en tres meses se instalarán plantas de distribución y todo el equipo necesario para la distribución eficiente de gas LP a domicilio? Yo no”.
“Legalmente no cuenta con presupuesto ni se ha aprobado por el Congreso. Yo creo que es un distractor para no reflexionar acerca de la violencia y los muertos del narco, los muertos del COVID-19, los niños que mueren de cáncer por no tener sus tratamientos o para no hablar de los muertos del accidente del Metro”.
“Pemex y su operación es ya un gran tema y preocupación financiera para el actual gobierno como para crear otra empresa que ¡dependa de Pemex! Vamos, actualmente se les está quemando un pozo que contamina la mar, de lo cual tampoco se quiere hablar”.
“Escuché que la Guardia Nacional vigilaría a los vehículos y personal que supuestamente entregaría el gas. ¿Cuántas personas se necesitarán para distribuir el gas? ¿Cuánto costará esa nómina a los contribuyentes mexicanos?”
“No creo que sea viable dentro de tres meses. Y si llega a concretarse esa ocurrencia presidencial tampoco creo que sea financieramente sana y viable en el mediano plazo. Por eso pienso que es un distractor y después dirá que los conservadores no se lo permitieron”.
¿Quién rige los precios?
“Sencillo: el mercado, es decir, el libre juego de la oferta y demanda considerando por supuesto los costos de producción. Si los precios dependieran de la voluntad presidencial, como sucedió durante los gobiernos priístas de los setenta, simple y sencillamente López ya hubiera bajado el precio de la gasolina a $10.00 pesos por litro como prometió”.
Dice que la venta es solo para colonias populares, ¿es esto posible?
“Pues hasta donde sé el gas lo consumimos prácticamente todos los mexicanos. Esa es la importancia de acudir al aula cuando vas a la universidad y te toca Economía como materia”.
“Este caso es lo que los economistas llamamos un bien normal de primera necesidad: todos los consumimos y destinamos siempre una parte de nuestro ingreso para consumirlo”.
“De tal forma que si quiere ser eficiente en la distribución tendría que venderlo a todos los compradores porque de no hacerlo estaría incurriendo en prácticas discriminatorias y ello es motivo de otra serie de amparos. Por ello, refrendo, este tema es una ocurrencia presidencial. No es siquiera un tema planeado cuidadosamente”.
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