Un 17 de mayo, pero de hace 10 años, Alejandro Rodríguez firmó el contrato que cambió la historia de los Tigres para siempre. Dejó las posibilidades del descender como una mala anécdota y comenzó los cimientos de la época más ganadora en la historia del club.
El ‘inge’ Rodríguez comenzó su segunda etapa al frente de los felinos con Miguel Ángel Garza, como delegado deportivo, y Ricardo Ferretti como entrenador.
La reestructuración llegó de inmediato, los felinos abrieron la cartera y sumaron a sus filas a Damián Álvarez, Hugo Ayala, Jorge Torres Nilo y un desconocido Juninho, quien se convertiría en un ídolo de la U de Nuevo León.
La nueva directiva de los Tigres comenzó a dar frutos de inmediato. Los felinos dejaron atrás el asecho del descenso y desempolvaron su sala de trofeos con la llegada del tercer campeonato, en el Apertura 2011, trofeo que acabó con un sequía de 29 años sin títulos de liga.
El 2015 fue el año más productivo para los norteños al conseguir la final de la Copa Libertadores. Además, durante el mercado de verano sumaron a sus filas a Jürgen Damm, Javier Aquino y André-Pierre Gignac, quiene encaminaron al equipo al título del torneo de Apertura de ese año al vencer a los Pumas en un dramática final en el Olímpico Universitario.
Las navidades de 2016 y 2017 se pintaron de amarillo. Los del ‘Tuca’ sumaron su quinta y sexta estrella al imponerse al América, en su Centenario, y a Rayados, en la primera final regiomontana de la historia.
