La delincuencia organizada cobra una lista de supuestos “impuestos” que no son otra cosa que extorsiones a los mexicanos. Y de acuerdo con reportes nacionales, la población de varios estados del país vive asolada por los integrantes de los grupos criminales que los obligan a pagar o de lo contrario, serán privados de la vida.
En Apatzingan, Michoacán, la población fue obligada a pagar el servicio de internet que utiliza la delincuencia organizada y bloquearon la entrada a la ciudad de los proveedores de servicios de telefonía e Internet para impedir que los habitantes accedan a estos servicios.
Extorsiona también en regiones de Guerrero como Miguelito, Coacoyul, El Zarco, en Zihuatanejo, y Los Achotes, en Petatlán, con el pago de dos pesos por cada kilo de tortillas o carne a los comerciantes, así como por cada unidad de refresco, jugo, yogurt o cerveza.
Asimismo, a la población se les cobra un impuesto por la vivienda en la que residen, sin importar si la casa que habitan es suya o es rentada.
En Sinaloa también realizan cobro por uso de baños públicos en gasolineras.
En Jalisco, los delincuentes cobran por ladrillos para remodelar casas.
En el Estado de México, la delincuencia organizada cobra por metro de cultivo.
En el estado de Chiapas, los criminales cobro hasta por el uso de velas para misas en las iglesias.
Y en Tamaulipas, los delincuentes cobran a los trabajadores por uso de palapas y sillas en playas de esa entidad, al igual que 100 pesos mensuales por el uso de sombra de árboles, a cada vivienda.
fuente milenio
