Coatzacoalcos, Ver.- Lizbeth Nayeli, de 24 años, y su pequeña de tan solo un año de edad, son dos de los sobrevivientes del tráiler abandonado sobre la carretera transístmica Jáltipan-Acayucan el pasado viernes 21 de julio, en cuya caja seca viajaban cerca de 200 migrantes hacinados, mismos que estuvieron a punto de perder la vida ante la falta de ventilación y las altas temperaturas.
Nayeli es originaria del departamento de Copán, se vio obligada a salir de su país de origen por la falta de empleo y la presencia de las pandillas, dejando atrás al resto de su familia y cargando únicamente con su pequeña a quien sueña poder ofrecerle mejores oportunidades y una mejor condición de vida.
En entrevista para AVC Noticias la joven relató el infierno que vivió durante ocho horas, tiempo que permaneció al interior de la unidad hasta que finalmente logró junto al resto de los extranjeros sin documentos, ser rescatada.
De acuerdo con la joven el objetivo era llegar hasta el norte del país, sin embargo, en trayecto por el sur de Veracruz, los “polleros” establecieron contacto con un grupo de la delincuencia organizada a quien presumiblemente iban a realizar la entrega de algunas mujeres abordo.
“Iban a entregarnos a un cartel, pedían dos mujeres, pero bajaron a dos hombres, uno murió y tras la muerte del muchacho nos dejaron ahí, ellos se fueron y nos dejaron solos a la buena de Dios a como saliéramos del camión”, narró.
Tras haber sido abandonados los extranjeros tomaron la decisión de comenzar a golpear el techo de la unidad y gritar en búsqueda de ayuda, afortunadamente automovilistas que circulaban por la zona les ayudaron a salir, evitando con ello una tragedia, ya que al momento de descender algunos extranjeros presentaban signos de deshidratación y se encontraban al borde del desmayo.
“Bastante gente se desmayó en el camión y viajar tantas horas sin aire y todo cerrado sentíamos que nos asfixiábamos, los bebes lloraban se ponían coloraditos, realmente varias personas se desmayaron y no soportábamos el calor”.
El denominado sueño americano cada vez tiene un costo más elevado para los migrantes que intentan cruzar por México hasta la frontera con Estado Unidos.
En su tránsito por el país los extranjeros no solo cubren las cuotas del viaje misma que van de los 8 mil hasta los 10 mil dólares, sino que sus familias se ven obligadas a desembolsar miles de dólares más al ser víctimas de secuestro a manos de integrantes del crimen organizado.
Nayeli Aguilar relató que salieron de Chiapas en tres tráileres, los cuales circulaban en caravana, en total fueron 700 personas, entre adultos y niños los que pagaron su pasaje, de las otras unidades hasta el momento no se sabe nada. Secuestro y trata, el nuevo negocio del crimen organizado.
En el mes de mayo del presente año el Coordinador de la zona sur sureste el Movimiento Migrante Mesoamericano (MMM), Rubén Figueroa, denunció que el estado de Veracruz sigue siendo foco rojo en secuestro tráfico de migrantes.
Agregó que el fortalecimiento de los grupos delictivos a través de nuevas actividades es el reflejo del fallo de las políticas migratorias implementadas a nivel nacional, lo que únicamente ha dejado como resultado ganancias millonarias a quienes se dedican al tráfico de personas.
Refirió que el trasiego de extranjeros es una de las prácticas más comunes del crimen organizado, sin embargo, al efectuarse los pagos por adelanto muchos de los extranjeros son abandonados a su suerte al interior de las unidades.
El pago por el cruzar a una persona de Centroamérica a Estados Unidos, tiene un valor de hasta 12 mil dólares, sin embargo, a estas jugosas ganancias se suman los miles de dólares que obtienen de las familias al secuestrar o explotar laboral y sexualmente a los extranjeros.
Con pastillas buscan dormirlos e inhibirles el apetito
Para evitar que hagan ruido o busquen descender de las unidades para realizar sus necesidades fisiológicas, los traficantes de personas han recurrido al uso de pastillas para dormir e inhibir el apetito de los extranjeros durante el trayecto por la ruta migratoria.
Guillermo Garduza, director de la casa del Migrante Santa Faustina Kowalska, aseguró que el uso de fármacos en el sur de Veracruz se ha venido documentando desde hace ocho años.
“Hay dos clases de medicamentos, muchos me dicen que allá en Chiapas donde hace calor se los dan y despiertan donde hace frio, no ubican la ciudad donde es, pero si sienten el frio, se supone que el frio es de Xalapa para arriba, no los dejan bajar al sanitario, ellos vienen ocultos, vienen encerrados, y lo que les dan- la droga- es para que se duerman o estén como idos no se muevan, no den lata, no delaten, es lo que están haciendo es la modalidad que se ha usado antes y que se está usando hoy más todavía”.
Los extranjeros sin documentos que viajaban en núcleos familiares fueron llevados durante la noche del domingo a la casa del migrante, en búsqueda de poder obtener los papeles que les permitan transitar de forma libre por el país.
Lizbeth Nayeli Aguilar es una de las mujeres que hoy pernota en el refugio para migrantes localizado en la zona poniente de Coatzacoalcos y espera poder conseguir el permiso que le permita avanzar con rumbo a Estado Unidos sin tener que arriesgar nuevamente la vida de su hija.
Fuente: AVC
