El gobierno estadounidense pidió aplazar la medida pues argumentó que interpone barreras técnicas a sus empresas que tienen presencia en México.
El nuevo etiquetado para alimentos y bebidas no alcohólicas aprobado el pasado viernes podría llevar a litigios comerciales a nivel internacional, liderados por las autoridades de Estados Unidos y sus empresas, luego de que la oficina de Representación Comercial de Estados Unidos (USTR) interpuso una queja ante la Organización Mundial de Comercio (OMC) y pidió aplazar por un periodo de dos años la nueva norma.
“El nuevo etiquetado afectará a 80% de los productos de alimentos y bebidas que comercializan nuestras empresas en México, cuyo valor estimado es de 5,800 millones de dólares y es violatorio al imponer barreras técnicas al comercio”, considera la USTR que lidera Robert Lighthizer en el documento enviado a la OMC.
Dentro de las principales preguntas que plantea la USTR destacan: ¿cómo la propuesta logrará reducir la obesidad? ¿cómo el nuevo etiquetado logra dirigirse a patrones de dieta específicos? Por lo que conminó a su contraparte mexicana a realizar un mejor análisis y postergarlo por dos años, hasta en tanto, haya una norma que no sea discriminatoria.
En esta misma línea, la IP mexicana criticó también el nuevo etiquetado argumentando que el gobierno de Andrés Manuel López desestimó la opinión del sector empresarial. Sin embargo, las secretarías de Economía y de Salud informaron que la determinación de la NOM 051 sobre el etiquetado de alimentos y bebidas no alcohólicas preenvasados fue consensuada en 98% de las propuestas planteadas y que el restante fue aprobado por mayoría de votos.
El viernes pasado, los comités consultivos Nacional de Normalización de la Secretaría de Economía y el de Regulación y Fomento Sanitario de la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios aprobaron la modificación a la Norma Oficial Mexicana NOM-051-SCFI/SSA1-2010 (NOM 051). “Con esta NOM, el gobierno de México da un paso más para afrontar con firmeza la epidemia de sobrepeso y obesidad que tanto lesiona a la población y la competitividad del país”, afirmó la dependencia que encabeza Graciela Márquez.
Sin embargo, el Consejo Coordinador Empresarial afirmó que votó en contra de la nueva norma por no incluir soluciones reales al problema y reclaman un etiquetado frontal que advierta, informe, incentive y sea congruente con la evidencia científica ya presentada.
“No fueron consideradas las recomendaciones basadas en evidencia técnica-científica, los sectores productivos participantes en el Comité de Normalización, tomamos la determinación de votar en contra”, sostuvo.
Los organismos privados (Concamin, Concanaco, Antad, CNA) entre otros, también afirmaron que las autoridades “no tomaron en cuenta los impactos en el mercado interno” que afectarán la mayoría de los productos que se ofrecen en las tiendas de Seguridad Alimentaria Mexicana y que satisfacen las necesidades alimentarias básicas de las poblaciones más vulnerables del país, incluidas las de más difícil acceso.
Entre los principales cambios de la NOM se encuentra el etiquetado frontal de advertencia que permitirá al consumidor identificar de una forma rápida, clara y veraz aquellos productos con exceso de nutrientes críticos: azúcares, grasas trans, grasas saturadas, sodio y contenido energético. (Con información de Estephanie Suárez)
Con información de El Economista.
