Pese a existir los precios máximos semanales que establece la Comisión Reguladora de Energía (CRE), proveedores del gas LP lo venden hasta 28% por arriba de los niveles establecidos.
De acuerdo con “Quién es Quién en los precios del gas LP que elabora semanalmente la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco), el precio del combustible en la Ciudad de México, en la alcaldía Iztapalapa, llega a ser de 15.06 pesos el litro, cuando el nivel máximo establecido para esa demarcación es de 11.76 pesos, lo que significa 28.06% más de lo permitido por las autoridades.
La gasera G.G. Gas SA de CV es quien presenta el precio más alto con 15.06 pesos el litro en la Ciudad de México, asimismo para los municipios de La Paz y Nezahualcóyotl, en el Estado de México.
Pero la gasera con el mayor precio en México, de acuerdo con la Profeco, fue Gas Metropolitano, que se ubica en el municipio de Atizapán, Estado de México, con un registro de 15.20 pesos por litro, lo que significó estar 29.25% por arriba del límite establecido de 11.76 pesos para esa localidad.
Para la semana del 15 al 21 de agosto, el mayor precio permitido lo tiene el estado de Durango con 14.19 pesos, seguido de Nuevo León con 14.01 pesos, siendo las únicas entidades que rebasan el nivel de los 14 pesos en los importes autorizados por las autoridades.
En Tijuana y Playas de Rosarito, en Baja California, son las localidades con el menor precio, ya que la CRE estableció un importe de 10.69 por litro.
Precios máximos no se respetan
De acuerdo con lo exhibido por la Profeco, los precios máximos no están siendo respetados por lo que el consumidor puede estar pagando más de lo establecido por el Gobierno Federal.
Desde hace tres semanas, como una medida de emergencia, las autoridades mexicanas han dispuesto que el gas LP tenga un tope de precio para salvaguardar a los hogares que habían estado pagando un sobreprecio.
La Comisión Federal de Competencia (Cofece) ha manifestado que el mercado del gas LP no tiene reglas claras lo que provoca una concentración y posibles prácticas desleales; sin embargo, analistas han dicho que poner topes a los precios no es la solución a la problemática que están viviendo las familias mexicanas y concuerdan con que debe haber reglas claras y mejores condiciones para competir.