Casi cualquier director sobre la Tierra estaría dispuesto a prescindir de recursos e inclusive de personal a fin de poder contratar a Scarlett Johansson para su película; sin embargo, en 2004 hubo un hombre que se atrevió a negarle la aparición en una película: David Fincher.
El motivo por el cual el director le dijo que no podía trabajar en una de sus cintas más emblemáticas fue que la rubia era muy sexy como para poder desempeñar este papel, cuando se necesitaba que su apariencia fuera más sobria.
La cinta es cuestión fue la primera entrega de la saga Millenium, la cual llevó por título: “Los hombres que no amaban a las mujeres” y que terminó interpretando la actriz Rooney Mara.
En total se hicieron tres películas: la ya mencionada, “La chica que soñaba con una cerilla y un bidón de gasolina” y “La reina en el palacio de las corrientes de aire”.
¿Qué hubiera tenido que hacer Scarlett?
Esta saga está inspirada en los libros del autor David Lagercrantz. Su historia se centra en hablar de hombres poderosos que buscan demostrar su poder por medio de la fuerza y que mientras hacen esto atentan en contra de la salud física y sexual de las mujeres.
El personaje al que habría encarnado Johansson es Lisbeth Salander, una mujer que es violentada frente a la pantalla y a lo largo de la historia logra vengarse de sus agresores.
De acuerdo con algunos de los amigos del autor, quien murió antes de poder corroborar esta historia, Salander estaría inspirado en una mujer a la que el escritor vio sufrir una violación grupal cuando ambos eran jóvenes.
La escritura de la historia de este personaje habría servido de esta manera como catarsis para poder lidiar con la culpa que sintió por no hacer nada para defenderla y por no poder obtener el perdón de ella.
Para este papel, la protagonista de “Black Widow” debería haber sido sometida a secuencias de desnudos, en las que era golpeada e inclusive violada.
Esto pudo haber ocasionado que Fincher se centrara en buscar todos los mecanismos necesarios para que los espectadores se centraran en la violencia que se ejercía en contra del personaje, por lo que tuvo que evitar a actrices que fueran muy atractivas.
Esta situación contrasta con las dos ocasiones en las que la estrella ha sido nombrada la mujer viva más sexy del mundo, honor que solamente ella ha repetido.
No hay duda de que Johansson tiene el talento para hacer este papel, ya que inclusive ha sido dirigida en proyectos para directores de renombre como Woody Allen, Sofía Coppola, Wes Anderson o Noah Baumbach. Sin embargo, el papel que hace Rooney Mara como Lisbeth Salander le queda como anillo al dedo.
Con información de EL HERALDO DE MEXICO.
