El gobierno catalán ultima los trámites para comenzar a cobrar el impuesto que gravará las emisiones de CO2 de 3,6 millones de vehículos (los coches, furgonetas y motos). Un tributo que será pionero en España y que la Generalitat de Catalunya aprobó en marzo de 2017 (en la ley de acompañamiento de los presupuestos), pero que no se ha llegado a aplicar.
En agosto de ese mismo año el Govern aprobó la Ley del Cambio Climático, donde se integrará la tasa. Pero el tributo quedó parado al recurrirlo el Gobierno español ante el Tribunal Constitucional por invasión de competencias.
Desde junio de este año, el mismo TC dictaminó la plena constitucionalidad del impuesto en sentencia firme, de ahí que la Generalitat lo ultime ahora, apuntan fuentes de Economía y Hacienda.
Las mismas fuentes detallan que el tributo se aprobará como una modificación de la Ley del Cambio Climático.
Fuente EL PAÍS