Los esfuerzos del Presidente Andrés Manuel López Obrador por impulsar las actividades en el nuevo Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA) han sufrido un duro revés con la decisión de Aeroméxico de trasladar todas sus operaciones de regreso al Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México para finales de año.
El AIFA, que representó una inversión de 130 mil millones de pesos solo en su construcción, no logró convertirse en la solución internacional esperada. La falta de acceso comercial a rutas con Estados Unidos, combinada con la ruptura de la sociedad entre Delta y Aeroméxico por parte del gobierno de Joe Biden, ha sido un golpe difícil de superar.
El Presidente López Obrador utilizó su influencia para impulsar el AIFA mediante decretos que obligaban a las empresas a operar en sus pistas e incluso transfirió rutas del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México a esta nueva terminal. Sin embargo, la falta de conexión entre la mayoría de los vuelos resultó en pérdidas significativas para las aerolíneas.
A pesar de los consejos previos de no abandonar la construcción del Aeropuerto en el Lago de Texcoco, el proyecto del Presidente era otro. Incluso se intentó revivir Mexicana de Aviación para operar exclusivamente en el AIFA, pero las proyecciones de la Secretaría de la Defensa indican que se necesitarían 20 mil millones de pesos adicionales para fortalecer la flota comercial, lo cual está en duda.
Con el anuncio de que Aeroméxico trasladará todas sus operaciones de vuelta al Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México, el AIFA se encuentra en una situación precaria, con Mexicana destinada al fracaso. Aunque existe una propuesta optimista de la Secretaría de la Defensa que contempla utilidades hasta el 2046, se prevé que la Secretaría de Hacienda tendrá que proporcionar recursos fiscales para sostener la operación, con un subsidio diario estimado en 4 millones de pesos según el analista Noé Hernández.
En medio de este escenario, se anticipa un ajuste severo en las finanzas públicas a partir del próximo año, con un déficit que representa el mayor porcentaje en los últimos 4 sexenios y una deuda adicional significativa. Aunque el Presidente López Obrador se ha negado a renegociar la deuda de Pemex, la candidata de Morena, Claudia Sheinbaum, ha sugerido que es necesario considerar una reestructuración.
Fuente: López Dóriga Digital
