Por: Juan Javier Gómez Cazarín
Xalapa Ver., 09 de septiembre de 2019; La mecánica de búsqueda ocurre en el Congreso porque tenemos ese mandato Constitucional, pero en realidad lo buscamos todas y todos los veracruzanos. Y lo buscamos en un momento único de la historia de México. En una época de transformación nacional profunda en la que el combate a la corrupción ha adquirido el carácter de prioridad para el desarrollo.
Nunca en los 19 años de historia del Orfis y nunca en las últimas décadas de la vida pública del país la lacra de la corrupción ha estado en el centro de nuestra agenda pública. Nunca habíamos tenido tanta conciencia de cómo la corrupción junto con (sus parientas cercanas) la ineficiencia y la ineficacia suponen un peso que nos frenan como Nación.
Los índices mundiales de percepción de corrupción asocian a los países más corruptos con aquellos donde el desarrollo humano es más pobre. Esa relación no es fortuita y personalmente abrigo la siguiente convicción: no es sólo que la corrupción florezca mejor en las sociedades con mayor rezago económico, sino que también ocurre en la dirección contraria: es la corrupción la que genera pobreza.
La corrupción cuesta vidas, frena la actividad económica, entorpece el combate a la pobreza, afecta la calidad de vida de la gente, siembra suspicacia en la procuración y la impartición de justicia. En las últimas décadas la corrupción impregnó de desconfianza la relación entre gobernantes y gobernados abriendo entre ellos una brecha profunda que ahora estamos en la tarea de allanar.
Así que la persona que ocupe la Auditoría General del Orfis tendrá una tarea enorme: encabezar a una institución que es una línea de defensa de los ciudadanos contra el poder corrupto. Tendrá la tarea de legitimar con hechos, con resultados concretos, la nueva etapa de las instituciones públicas veracruzanas saneadas de la podredumbre y de los enquistados vicios del poder público.
Rigor sin persecución, aliado sin ser amigos, dureza sin tener odios. Sí, será una tarea difícil pero estoy seguro que de los 54 aspirantes, mujeres y hombres de trayectoria, formación, experiencia y compromiso, podremos elegir a quien sabrá cumplir con esta encomienda de siete años a partir del 26 de septiembre. El Orfis será una pieza fundamental de la Cuarta Transformación.