Fueron las palabras con las que expresó sus condolencias y lamentos la compañía Whakaari Trustee, conformada por la familia Buttle, dueña de la isla privada neozelandesa donde un volcán entró en erupción este lunes.
La isla es propiedad de la familia Buttle desde hace más de 80 años y cobran a los operadores turísticos que organizan visitas a la misma.
La erupción del volcán White Island dejó al menos seis muertos, 30 heridos en estado grave y varios desaparecidos.
Y es que la isla es una importante atracción turística en Nueva Zelanda por ofrecer la posibilidad de visitar un volcán activo.
El lunes, cuando ocurrió la erupción, se encontraban cerca de 50 personas recorriendo los alrededores del cráter.
La policía neozelandesa, por otra parte, anunció que llevaría a cabo una investigación, aunque también dijo que todavía “era demasiado pronto” para confirmar si se iniciaría también una investigación criminal de los hechos.
Fuente BBC NEWS